Robert Oppenheimer | |
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![]() J Robert Oppenheimer, c. 1944. | |
Nacimiento | 22 de abril de 1904 Nueva York, Estados Unidos |
Fallecimiento | 18 de febrero de 1967 (62 años) Princeton, Nueva Jersey, Estados Unidos |
Residencia | ![]() |
Nacionalidad | ![]() |
Campo | física experimental |
Instituciones | Proyecto Manhattan Universidad de California en Berkeley Instituto de Tecnología de California Instituto de Estudios Avanzados de Princeton |
Alma máter | Universidad Harvard Universidad de Cambridge Universidad de Göttingen |
Supervisor doctoral | Max Born |
Estudiantes destacados | Willis Lamb David Bohm Robert Christy Melba Phillips Philip Morrison Siegfried Wouthuysen |
Conocido por | Dirigir el Proyecto Manhattan |
Premios destacados | Premio Enrico Fermi |
Cónyuge | Katherine Puening Harrison (1940-1967) |
Hijos | Dos |
Firma |
ESTUDIOS
Robert
Oppenheimer nació en Nueva York el 22 de abril de 1904, hijo de Julius S.
Oppenheimer (un adinerado importador textil que había emigrado de Alemania
hacia los Estados Unidos en 1888) y de Ella Friedman (una artista). Estudió en
el Ethical Culture Society School. Durante toda su vida fue un estudiante muy
versátil, con buena aptitud tanto para las ciencias como para las artes. Entró
en la Universidad Harvard con un año de retraso debido a un ataque de colitis.
Durante ese año, viajó con un profesor de literatura ya jubilado para
recuperarse en Nuevo México. Regresó bien recuperado compensando su retraso de
un año graduándose Summa Cum Laude en sólo tres años en Química.
Durante
sus estudios en Harvard, Oppenheimer se interesó en la física experimental en
la asignatura de termodinámica dictada por el profesor Percy Bridgman, y como
para la época no había en los Estados Unidos centros de física experimental de
clase mundial, se le sugirió continuar sus estudios en Europa. Fue aceptado
como estudiante de postgrado en el famoso Laboratorio Cavendish de Ernest
Rutherford. La poca destreza de Oppenheimer en el laboratorio le hizo
comprender que su fuerte era la física teórica, no la experimental. En 1926
partió hacia la Universidad de Gotinga, Alemania, para estudiar bajo la
supervisión de Max Born. Gotinga era entonces uno de los principales centros en
física teórica en Europa. Oppenheimer hizo amistad allí con otros estudiantes
famosos, como Paul Dirac, y a la edad de 22 años obtuvo su doctorado.
Oppenheimer era conocido por ser un estudiante que aprendía muy rápidamente.
EL PROYECTO MANHATTAN
El
Proyecto Manhattan era el nombre en clave de un proyecto de investigación
llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos con
ayuda parcial del Reino Unido y Canadá. El objetivo final del proyecto era el
desarrollo de la primera bomba atómica. La investigación científica fue
dirigida por el físico Julius Robert Oppenheimer mientras que la seguridad y
las operaciones militares corrían a cargo del general Leslie R. Groves. El
proyecto se llevó a cabo en numerosos centros de investigación siendo el más
importante de ellos el Distrito de Ingeniería Manhattan situado en el conocido
actualmente como Laboratorio Nacional Los Álamos, en Nuevo México.
El
proyecto agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas (física, química,
ciencias informáticas). Dado que tras los experimentos en Alemania previos a la
guerra se sabía que la fisión del átomo era posible y que los nazis estaban ya
trabajando en su propio programa nuclear no costó reunir a todas aquellas mentes
brillantes que eran también pacifistas e izquierdistas en su mayoría. Exiliados
judíos muchos de ellos, hicieron causa común de la lucha contra el fascismo
aportando su grano de arena a la causa: conseguir la bomba antes que los
alemanes.
El
primer ensayo atómico exitoso ocurrió en el desierto de Alamogordo, en Nuevo
México. El artefacto se llamó Trinity y se trataba de una bomba-A de plutonio
del mismo tipo que Fat man, que sería lanzada sobre Nagasaki días después. En
la actualidad este lugar está marcado por un monolito cónico negro de silicio
resultado de la fusión de la arena bajo el efecto del calor provocado por la
explosión.
En
la carrera por la bomba nuclear, los alemanes tenían el Proyecto Uranio y los
soviéticos la Operación Borodino.
ENSEÑANZA
En
Göttingen, Oppenheimer publicó muchas contribuciones importantes a la entonces
recién desarrollada mecánica cuántica, particularmente, un artículo muy
conocido sobre la llamada Aproximación de Born-Oppenheimer, que separa el
movimiento nuclear del movimiento electrónico en el tratamiento matemático de
las moléculas. En septiembre de 1927, regresó a Harvard como joven experto en
física matemática y miembro del Consejo de Investigación Nacional
estadounidense, y desde principios de 1928 fue profesor en el Instituto
Tecnológico de California (Cal. Tech.). Estando allí, recibió múltiples ofertas
de diversas Universidades y aceptó un puesto de profesor asistente en física en
la Universidad de California en Berkeley, compatible con su puesto en Cal. Tech.
Según sus palabras, Berkeley "era un desierto," y paradójicamente un
lugar sembrado de oportunidades. Cada primavera, Oppenheimer enseñaba en Cal.
Tech. para mantenerse al día con la investigación en su área. Oppenheimer
entabló amistad con Linus Pauling y habían planeado trabajar juntos en
investigación, pero esto nunca se concretó.
Antes
de comenzar a dar clases en Berkeley, Oppenheimer sufrió de tuberculosis, y
debió pasar algunas semanas en un rancho en Nuevo México junto con su hermano.
Más adelante adquiriría ese rancho y solía decir que la física y el campo
desértico eran sus dos grandes amores; amores que se combinaron más adelante al
escoger el sitio de Los Álamos para las instalaciones del proyecto de la bomba.
Luego de un período de recuperación, regresó a Berkeley, donde dirigió a toda
una generación de físicos que lo admiraban por su altura intelectual y sus
amplios intereses. El Premio Nobel de Física Hans Bethe más adelante diría
sobre él:
Probablemente
el ingrediente más importante que Oppenheimer agregaba a sus clases era su
gusto exquisito. Siempre sabía cuáles eran los problemas importantes, como se
observa en su selección de temas. Realmente vivía esos problemas, buscando una
solución y comunicando su preocupación al grupo.
Oppenheimer
fue amigo y trabajó estrechamente con el físico experimental Ernest O. Lawrence
y su grupo pionero en trabajos con el ciclotrón, ayudando a comprender los
nuevos datos experimentales que producían con sus equipos en el Laboratorio de
Radiación.
CALIFORNIA
A
Oppenheimer se le atribuye el haber fundado la escuela estadounidense de física
teórica; era reputado por su eclecticismo, su interés por los idiomas, la
filosofía oriental y la elocuencia y claridad con la cual pensaba. Pero tuvo
también una vida turbulenta, y sufrió períodos de depresión. Una vez escribió a
su hermano: Necesito más la física que los amigos. Era un hombre alto, delgado,
fumador continuo, que a veces olvidaba comer durante sus períodos de
concentración individual. Algunos de sus amigos pensaban que Oppenheimer tenía
tendencias auto destructivas y en varias ocasiones sus colegas se preocuparon
por su melancolía e inseguridad. Siendo estudiante en Cambridge, una vez viajó
en vacaciones a París para encontrarse con su amigo Francis Ferguson y mientras
le narraba su frustración con la física experimental repentinamente se le
acercó y trató de estrangularlo. Ferguson lo detuvo con facilidad, pero el
incidente dejó convencido a Ferguson de sus profundos problemas psicológicos.
Oppenheimer desarrolló numerosas afecciones, probablemente en un intento de
convencer a su entorno y posiblemente a sí mismo de su propia importancia.
Tenía un fuerte poder de convencimiento en su trato personal, pero de gran
timidez en público. Sus colegas tendían a dividirse en dos campos: Aquellos que
admiraban su genialidad y aquellos que veían en sus actos posturas pretenciosas
e inseguras. Sus estudiantes estaban casi todos en el primer grupo,
generalmente adoptando sin darse cuenta gestos y hasta la forma de caminar y
hablar.
La
inteligencia y el carisma de Oppenheimer atraía estudiantes de todo el país
hacia su grupo de investigación en física teórica.
Oppenheimer
realizó investigaciones importantes en astrofísica, física nuclear,
espectroscopia y teoría cuántica de campos. Su contribución más conocida,
realizada como estudiante de post-grado, es la aproximación de Born-Oppenheimer
ya mencionada. También realizó contribuciones importantes en la teoría de la
lluvia de rayos cósmicos y realizó trabajos que condujeron más adelante a
descripciones del efecto de túnel cuántico. A finales de la década de 1930, fue
el primero en escribir trabajos que sugerían la existencia de lo que hoy se
llaman agujeros negros. En 1930 escribió un trabajo que esencialmente predecía
la existencia del positrón (que había sido postulado por Paul Dirac), una
formulación que sin embargo no llevó hasta el final debido a su escepticismo
sobre la validez de la ecuación de Dirac. Aún para los expertos, los trabajos
de Oppenheimer fueron considerados difíciles de entender. Oppenheimer era
aficionado de utilizar técnicas matemáticas elegantes pero extremadamente
complicadas para demostrar principios físicos. En algunos casos se le han
encontrado algunos errores matemáticos, probablemente debido a la
precipitación.
Muchos
han pensado que los descubrimientos de Oppenheimer no están a la altura de sus
habilidades y talentos. Lo consideran un físico excepcional, pero no lo ubican
entre los más grandes, aquellos que han amoldado las fronteras del
conocimiento. Una posible razón para ello fue sus intereses muy variados, que
le impidieron enfocarse completamente en algún campo individual durante suficiente
tiempo como para producir avances más importantes. Su colega y confidente
Isidor Rabi dio más tarde la siguiente interpretación:
«Oppenheimer
tuvo una muy completa formación en aquellos campos que caen fuera de la
tradición científica, como su interés en la religión, particularmente en la
religión Hindú, que se transformó en una especie de sentimiento de misterio que
lo rodeaba. Veía la física con claridad, mirando lo que ya se había logrado,
pero en el límite tendía a sentir que había mucho más de misterio de lo que
realmente había... se alejó de los métodos fuertes y crudos de la física
teórica en dirección hacia un sentimiento místico de amplia intuición».
A
pesar de esto, muchos (entre ellos el físico Luis Álvarez) han sugerido que si
Oppenheimer hubiera vivido lo suficiente como para ver sus predicciones
sustentadas por experimentos, hubiera ganado un Premio Nobel por su trabajo en
el colapso gravitacional, relacionado con las estrellas de neutrones y los
agujeros negros.
POSICIONES POLÍTICAS
Durante
la década de 1920, Oppenheimer se mantuvo alejado de los acontecimientos del
mundo. En algún momento afirmó no haberse enterado de la crisis financiera de
1929 sino al tiempo (Oppenheimer en lo personal no tenía muchas preocupaciones
financieras debido a su herencia familiar). Fue solamente al relacionarse con
Jean Tatlock, hija de un profesor de literatura de Berkeley, en 1936, que se
interesó en la política. Al igual que muchos intelectuales de la década de 1930
apoyó las ideas comunistas y, gracias a su capital heredado (más de 300.000
dólares, cantidad enorme en la época), podía financiar muchos esfuerzos
políticos de izquierda. La mayoría de estos aportes estuvieron dedicados a
financiar recolecciones de fondos a favor de los republicanos en la Guerra
Civil Española y otras actividades anti-Fascistas. Nunca se inscribió
oficialmente en el Partido Comunista de los Estados Unidos (su hermano Frank sí
lo hizo, en contra de la opinión de Robert), aunque historiadores como Gregg
Herken afirman haber encontrado evidencias de que Oppenheimer tuvo relaciones
con el partido comunista en las décadas de 1930 y 1940.[1] En noviembre de
1940, se casó con Katherine Puening Harrison, una estudiante
"radical" de Berkeley, y en mayo de 1941 tuvieron a Peter, su primer
hijo.
EL PROYECTO MANHATTAN
Cuando
empezó la Segunda Guerra Mundial, Oppenheimer se involucró fuertemente en los
esfuerzos para desarrollar una bomba atómica que ya ocupaba mucho del tiempo y
equipamiento del Laboratorio de Radiación de Ernest Lawrence, en Berkeley. En
1941, Lawrence, Vannevar Bush, Arthur Compton y James Conant intentaban que el
Comité Uranio establecido por el presidente Franklin Delano Roosevelt en 1939,
les asignara el proyecto de la bomba, porque opinaban que avanzaba con
demasiada lentitud. Invitaron a Oppenheimer para que asumiera el trabajo de
cálculo sobre los neutrones, tarea a la que se enfrentó con pleno vigor,
renunciando a lo que llamó sus «vagabundeos izquierdistas» para dedicarse a los
que consideraba ahora sus deberes (aunque todavía tenía muchos amigos y
estudiantes muy radicales). Cuando el ejército de EE.UU recibió la jurisdicción
sobre el esfuerzo de la bomba, ahora bautizado el Proyecto Manhattan, el
director del proyecto Gral Leslie R. Groves (quien había terminado
recientemente la dirección de la construcción del Pentágono) nombró a
Oppenheimer director científico del proyecto, una acción que produjo sorpresa a
muchos. Groves conocía los problemas potenciales de seguridad ligados a
Oppenheimer, pero lo consideró como el mejor hombre para dirigir un equipo
diverso de científicos y que no estaría afectado por sus tendencias políticas
anteriores.
Una
de las primeras acciones de Oppenheimer fue albergar una escuela de verano
sobre la teoría de las bombas en las instalaciones del proyecto en Berkeley,
reuniendo físicos europeos y sus propios estudiantes. Este grupo que incluía a
Robert Serber, Emil Konopinski, Felix Bloch, Hans Bethe, y Edward Teller, se
ocuparon de calcular qué hacía falta hacer, y en qué orden, para construir la
bomba. Cuando Teller expuso la remota posibilidad que la bomba generaría calor
suficiente para encender la atmósfera, (un evento que pronto demostró Bethe que
era imposible), Oppenheimer estuvo tan preocupado por esa posibilidad que se
reunió con Arthur Compton en Míchigan para discutirla. Al mismo tiempo, las
investigaciones del proyecto se adelantaban en muchas universidades y en muchos
laboratorios por todo el país, planteando problemas tanto para la seguridad
como para la cohesión del proyecto. Oppenheimer y Groves decidieron que
necesitaban un laboratorio centralizado y secreto. Buscando un sitio,
Oppenheimer propuso una región de Nuevo México no muy lejos de su rancho. En
una meseta cerca de Santa Fe, la capital de Nuevo México, se construyó
rápidamente el laboratorio de Los Álamos, un grupo banal de cuarteles rodeados
de lodo. Ahí consiguió Oppenheimer reunir un grupo de los más brillantes
físicos de la época, incluyendo a Enrico Fermi, Richard Feynman, Robert R.
Wilson, y Victor Weisskopf así como Bethe y Teller. Allí nació la segunda hija
de Oppenheimer, Katherine (llamada Toni), en 1944.
Un
grupo de físicos asistiendo a una conferencia en el Los Álamos durante la
guerra. En la fila delantera (de izquierda a derecha) están Norris Bradbury,
John Manley, Enrico Fermi, y J.M.B. Kellogg. Oppenheimer está en la fila
segunda a la izquierda, a la derecha en la foto está Richard Feynman.
A
Oppenheimer se le reconocía su dominio de todos los aspectos científicos del
proyecto y sus esfuerzos para manejar los conflictos de cultura inevitables
entre científicos y militares. Fue la imagen del proyecto para sus colegas
científicos y ejerció su papel de director con gran prestancia. Victor Wesskopf
lo expresó así:
No
dirigió desde la oficina central. Estaba presente intelectual y hasta
físicamente en cada paso decisivo. Estaba presente en el laboratorio o en las
salas de seminario, cuando se medía un nuevo efecto, cuando se concebía una
nueva idea. No era tanto por las ideas que aportaba algunas veces, sino que su
influencia principal venía de algo más. Fue su presencia continua e intensa,
que produjo en todos nosotros un sentido de participación directa; creó aquella
atmósfera única de entusiasmo y desafío que impregnó el lugar durante todo su
período.
Se
organizó un gran revuelo (rápidamente silenciado por las autoridades militares)
cuando, en 1947, en una entrevista sobre su trabajo, a la pregunta de por qué
no se había probado la bomba de Uranio (como la de Hiroshima) previamente (la
del desierto de los Alamos fue de Plutonio, gracias a los disparadores de Von
Ardenne capturados en un submarino alemán), este contestó
"No
había nada que probar, los alemanes ya lo habían hecho antes, solo teníamos que
usarla y ya está".
Mientras
tanto, a Oppenheimer lo investigaban el FBI y el departamento de seguridad
interna del Proyecto Manhattan por sus anteriores asociaciones izquierdistas.
También lo siguió un agente del FBI durante un viaje inesperado a California en
1943 para encontrar a su ex-pareja, Jean Tatlock. En agosto de 1943,
Oppenheimer comunicó a agentes de seguridad del Proyecto que uno de sus amigos
con contactos comunistas había solicitado secretos nucleares a tres de sus
alumnos. Presionado acerca del asunto en reuniones posteriores con el general
Groves y agentes de seguridad, identificó al amigo como Haakon Chevalier,
profesor en Berkeley de literatura francesa. A Oppenheimer le pedirían
declaraciones relacionadas con el «incidente Chevalier» y muchas veces prestó declaraciones
contradictorias y equívocas, diciéndole a Groves que Chevalier se había puesto
en contacto con sólo una persona, y que dicha persona fue su hermano, Frank.
Pero Groves, consciente de la importancia de Oppenheimer para las metas de los
aliados, no lo podía retirar del proyecto a pesar de este comportamiento
sospechoso.
TRINITY
Oppenheimer
bautizó la primera prueba nuclear como Trinity.
El
trabajo colectivo de los científicos en Los Álamos tuvo su primer éxito en la
primera explosión nuclear cerca del pueblo de Alamogordo, Nuevo México el día
16 de julio de 1945. A la prueba Oppenheimer le nombró Trinity (Trinidad); más
tarde explicó que se basó en un verso del poeta John Donne (1572–1631). Según
el historiador Gregg Herken, es posible que este nombre fuera una alusión a
Jean Tatlock, quien le hizo consciente de Donne cuando eran parejas en los años
1930. Tatlock se había suicidado unos meses antes, para la consternación de
Oppenheimer. Después recordó que mientras presenciaba la explosión, pensó en un
verso de un texto hindú, la Bhagavad-Guitá:
Si
el esplendor de un millar de soles brillasen al unísono en el cielo, sería como
el esplendor de la creación...
Sin
embargo, otro verso que recordó se le atascó en la mente:
"Ahora
me he convertido en La Muerte, Destructora de Mundos."
Según
su hermano, al momento exclamó simplemente —It worked. (Funcionó.) La noticia
de la prueba exitosa fue comunicada con urgencia al presidente Harry S. Truman,
a quien esta información le podía servir para afianzar su posición en la
Conferencia Potsdam, sobre el futuro de la Europa de la posguerra, que pronto
tendría lugar.
JAPÓN
Véase
también: Bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki
Una
vez desarrollada el arma, y contando con el material incautado en Alemania, los
científicos administradores no estaban de acuerdo en cuanto a si usarla y cómo
hacerlo. Inicialmente, Lawrence se opuso al uso de la bomba en contra de
personas vivas, argumentando que una mera demostración bastaría para convencer
al gobierno japonés que sería inútil continuar la guerra. Oppenheimer y muchos
de los consejeros militares discrepaban fuertemente en cuanto a esta
evaluación. Oppenheimer temía que si se anunciase donde podía ocurrir tal
demostración, el enemigo pudiera trasladar a la región a los prisioneros de
guerra o a otros escudos humanos. Según otros físicos, incluyendo a Teller y a
Leó Szilárd, el usar el arma en un área civil sería una atrocidad. Se hizo
circular una petición en los laboratorios de Los Álamos y Oak Ridge rogando que
no se usara la bomba por inmoral e innecesaria. Oppenheimer se opuso a la
petición y advirtió a Szilard y Teller de que no debían entorpecer el proyecto,
pero estos no se retractaron, y Oppenheimer dio nota a Leslie Groves de la
carta dirigida a Harry S. Truman, quien ordena interceptarla, por lo que ésta
nunca llegaría a su destinatario. De todos modos, no queda claro cuánto le
importaron al gobierno y a las fuerzas armadas estadounidenses las opiniones de
los científicos sobre el arma que habían creado.
Los
bombardeos nucleares de Hiroshima y Nagasaki mataron a centenares de miles de
japoneses con las armas desarrolladas en el Laboratorio Nacional de Los Álamos,
dando fin a la Segunda Guerra Mundial.
El
6 de agosto de 1945, la bomba de uranio Little Boy (muchachito) fue lanzada
sobre la ciudad de Hiroshima, Japón. Tres días después, la bomba de plutonio
Fat Man (hombre gordo) se lanzó sobre Nagasaki. Las bombas mataron a centenares
de miles de civiles instantáneamente y a muchos más en los días y meses
siguientes.
Al
orgullo que sintió Oppenheimer después de la exitosa prueba Trinity pronto lo
reemplazó el sentimiento de culpabilidad y horror, aunque nunca dijese que se
arrepentía de hacer el arma. En una vista posterior con el presidente Harry S.
Truman, éste le inquirió sobre el plazo en que tardarían los soviéticos
("los rusos") en obtener la bomba, a lo cuál él respondió que no lo
sabía. El presidente estadounindense por su parte le espetó,
"¡Nunca!", ante un sorprendido Oppenheimer. El científico replicó
sobre sí mismo que sentía que tenía "las manos manchadas de sangre",
ante lo cual el presidente se molestó. Una vez abandonado el lugar, el
presidente ordenó a su asistente que no quería volver a ver a "este
malnacido".
Durante
la única visita de Robert Oppenheimer a Japón después de la guerra, en 1960, un
periodista le preguntó si sentía algún remordimiento por desarrollar la bomba.
Bromeó Oppenheimer —No es que no me sienta mal. Sólo es que no me siento peor
hoy de lo que me sentía ayer.
ACTIVIDADES DE POSGUERRA
Repentinamente,
Oppenheimer se convirtió en portavoz nacional por la ciencia y emblema de un
nuevo tipo de poder tecnocrático. La física nuclear se hizo una fuerza grande
mientras todos los gobiernos del mundo empezaron a darse cuenta del poder
estratégico y político asociado a las armas nucleares y sus horrendas
consecuencias. Como muchos científicos de su generación, opinó que la seguridad
de las bombas nucleares vendría sólo de algún tipo de organismo transnacional (como
la recién creada Organización de las Naciones Unidas) que pudiera iniciar un
programa para parar una carrera de armamentos nucleares.
COMISIÓN DE ENERGÍA ATÓMICA
En
cuanto se creó la United States Atomic Energy Commission (Comisión de Energía
Atómica de EE.UU, AEC) en 1946 como una agencia civil controlando las
investigaciones y armas nucleares, Oppenheimer fue nombrado presidente de su
General Advisory Committee (Comité Asesor General, GAC) y dimitió de su cargo
como director de Los Álamos. Desde ese puesto dio consejos sobre varios asuntos
nucleares, incluyendo el patrocinio de los proyectos, la construcción de los
laboratorios, e incluso la política internacional- aunque no siempre se
pusieron en práctica los consejos del GAC. El Plan Baruch de 1946, que exigió
la internacionalización de la energía atómica, provino en parte de las
opiniones de Oppenheimer, aunque para su consternación incluyó muchos elementos
adicionales que mostraron claramente que su meta fue simplemente impedir a la
Unión Soviética conseguir una bomba propia, en vez de fomentar un duradero
mecanismo internacional de control. La Unión Soviética rechazó el plan, sin
sorprender a los observadores, y Oppenheimer se dio cuenta de que una carrera
de armamentos era inevitable debido a la desconfianza entre los EE. UU y la
URSS.
Oppenheimer
finalmente asumió el puesto de Einstein en el Institute for Advanced Study.
En
1947 salió de Berkeley por problemas con la administración durante la guerra,
según dijo, y se hizo el director del Institute for Advanced Study (Instituto
para el Estudio Avanzado) en Princeton, Nueva Jersey. Más tarde tuvo el antiguo
puesto de Albert Einstein de alto profesor de la física teórica.
Mientras
todavía era presidente del GAC, Oppenheimer presionó con vigor para el control
internacional de armamentos y para el patrocinio de la ciencia fundamental, e
intentó influir en la política contra una carrera de armamentos acalorada. Cuando
el gobierno debatía sobre realizar un programa intensivo para desarrollar un
arma basada en la fusión nuclear -la bomba termonuclear- Oppenheimer al
principio recomendó que no, aunque había favorecido a desarrollar un arma así
en los primeros días del Proyecto Manhattan. En parte lo impulsaron las razones
éticas, creyendo que tal arma se podía usar solamente contra los civiles,
causando millones de muertos. Pero también lo impulsaron razones prácticas.
Como en la época no existía ningún diseño factible de una bomba termonuclear,
Oppenheimer opinaba que sería mejor gastar los recursos creando una gran fuerza
de armas de fisión. A pesar de su consejo, el presidente Harry Truman anunció
un programa intensivo después que la Unión Soviética probó su primera bomba
atómica en 1949. Oppenheimer y otros colegas del GAC adversarios del proyecto,
sobre todo James Conant, se sintieron rechazados personalmente y consideraron
retirarse del comité. Se quedaron, aunque sus opiniones sobre la bomba
termonuclear se conocieron bien.
En
1951, sin embargo, Edward Teller y el matemático Stanislaw Ulam desarrollaron
lo que se bautizaría la configuración Teller-Ulam para una bomba termonuclear.
Este nuevo diseño pareció factible, y Oppenheimer cambió de opinión sobre
desarrollar el arma. Como dijo después:
El
programa que teníamos en 1949 fue una cosa horrenda de la que bien se podía
deducir que no tenía demasiado sentido técnico. Por eso fue posible argumentar
que no se quería algo así incluso si se pudiese tener. El programa en 1951 fue
técnicamente tan atractivo que no se podía discutir eso. Las cuestiones ya
fueron sólo las militares, las políticas, y los problemas humanitarios de qué
se iba a hacer con él una vez que se consiguiera.
La
primera bomba termonuclear de verdad, nombrada Ivy Mike, se probó en 1952 y
produjo 10.4 megatones, una fuerza 650 veces más grande que la de las armas
desarrolladas por Oppenheimer durante la Segunda Guerra Mundial.
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